Dentro de la dolencia generada por las circunstancias que hacen al pasado traducirse en presente por la fuerza de la cobardía, se encuentran las preguntas que llevan al ser a arrepentirse de una premonición de un triste futuro. Y esas preguntas traducidas a un sueño, emocionalmente corrupto por lo simple de la complejidad de las situaciones.
Ete aquí el sueño….
“El campo estaba frío, pues no era al aire libre perdido en la nada, mas bien se trataba de un club, en donde la gente lo habita en los días de álgido calor, cuando la temperatura del cuerpo necesita la frescura de la inmensa piscina ubicada a metros de donde estaban. Por lo que el clima y la epoca hacian que las monstruosas instalaciones se vean habitadas solo por cuidadores, personas de mantenimiento y dos almas desparramadas en una manta, almas que yacian sin importarles mas que ellos, pues tan solo de ver la fina estampa, se podía considerar el resto fiel de humanidad en bruto, esa que perdemos cuando ya de niños nos empiezan a corromper con toxinas de la realidad. Aquí no, aquí era una burbuja en la que no importaba la decadencia social, la extinción natural y ni siquiera los seres superiores, puesto que ellos dos habían robado esa posición momentáneamente.
No había razones de porque al caer la noche debían abandonar el lugar, ellos iluminaban ese espacio tan pequeño como sublime, tan humilde como suyo. Y en cuanto a lo que trataban sus conversaciones y sus movimientos es muy difícil recordarlo ya que la fuerza de las sensaciones opacaba totalmente esos ínfimos detalles.
En síntesis… eran ellos, como adelanto del grado de potencia que podía alcanzar esa unión. Son esos momentos en que el tiempo se detiene.
Pero como en todo sueño se hace presente la incoherencia como mensaje de advertencia de algún “algo”… Por lo que acto seguido se partió la tierra en dos y en paralelo también el cielo, y uno de los dos cayó… y otro se elevó… Y en compartida sensación de dolor a cuestas de la muerte de esa magia, un fuerte dolor en el pecho se activa..."
Y en ese preciso instante el violento despertar…
La transpiración derramó junto consigo una mirada en rededor y que hizo notar que en la cama eran dos. lo extraño es que no estaba la persona del sueño, más bien era una completamente diferente. Esta, también lo conocía un tanto… pero un tanto distinto … un tanto que no le daba las herramientas… un tanto que no le alcanzaba para percibir que hacia más de nueve meses que su mente ya no estaba junto a ella… Sino en el cielo... En ese cielo fugitivo...
M.A.-
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